No me levanto antes de las diez,
suelo escribir mis penas en papel.
Siempre viajando por doquier,
siempre perdiendo el mismo tren.
¿Trabajo fijo? ¡Renuncié!
Para sonreír, improvisé.
Por favor, no me aburras con tu fe;
mis ojos creen sólo lo que ven.
En las clases siempre me dormí;
está muy bien, pero no es para mí.
Me inventé otra forma de vivir,
malgasté mi provenir.
Siempre buscando por ahí
conversación, habitación;
siempre loco por sentir.
Siempre buscando por ahí
una palabra, una canción;
algo que me haga reír.
Con las mujeres, ya sabéis,
compartir la soledad está muy bien.
Que la rutina no enfríe tu café,
que no tengas luna de hiel.
Que no se pudra tu ilusión,
que no te impidan sonreír,
que en tus noches no falte calor.
No te conformes con vivir,
vente junto a mí.