Con los ojos cerrados,
con los ojos cerrados,
como presintiendo
que horrible es el mundo que vamos a ver...
Con el llanto en los labios,
con el llanto en los labios
como lamentando
llegar a una tierra que buena no es...
Así nacemos,
así nacemos,
así nacemos,
yo, tú, ese y aquél.
Así nacemos,
así nacemos,
así nacemos,
yo, tú, ese y aquél.
Con las manos cerradas,
con las manos cerradas,
como preparados
a dar duros golpes; morir o vencer...
Con la piel arrugada,
con la piel arrugada,
como fiel presagio
del día que llegue la dura vejez.
Así nacemos,
así nacemos,
así nacemos,
yo, tú, ese y aquél.
Así nacemos,
así nacemos,
así nacemos,
yo, tú, ese y aquél.
Amarrados a un cuerpo,
amarrados a un cuerpo,
para que sepamos
que el hombre no puede a su antojo correr.
Arañando y buscando,
arañando y buscando,
la leche de un pecho,
con hambre, con ansias, con llanto y con sed.
Así nacemos,
así nacemos,
así nacemos,
yo, tú, ese y aquél.
Así nacemos,
así nacemos,
así nacemos,
yo, tú, ese y aquél.