Una noche de buen vino y de mejor compa??a,
anduvimos por la calle hasta aplastarnos el d?a,
y nos ba?amos vestidos como en un d?a de boda.
En la villa de San Pedro vi el para?so de su boca.
Y su madre en la cocina, prepar?ndole la cena.
Que nadie cena como en casa si la que guisa es mam?.
Y el mundo, ajeno a lo nuestro, iba a su velocidad,
mientras que ella y yo, anudados, nos prometimos el mar.
(Estribillo)
Nos prometimos el mar, lleno de vida y de sal.
Llenamos el coraz?n: violencia y calma a la vez,
?l es el mismo traidor.
Azul o verde, da igual;
nos prometimos el mar.
Y me pasaba las horas apoyado en la farola
que daba luz a su puerta, s?lo por verla pasar.
Aguantando las tormentas por regalarle una rosa.
Rosa que nunca le di... ya no la volv? a ver m?s.
(Estribillo)
Y uno y uno no son dos: uno y una es lo que es.
Y un d?a yo tom? mi senda, y ella la suya tambi?n.
Y si el destino quisiera hacer con los dos un lazo,
me agarrar a su cintura y har un nudo con mis brazos,
porque, una noche sin luna, nos prometimos el mar.
(Estribillo)
La vida son cuatro d?as y yo por el tercero voy,
y ese d?a que me queda lo so?? para los dos.
Pero si por una de ?stas, ella no vuelve a pasar.
Recordar? que en San Pedro nos prometimos el mar.
(Estribillo)