Sonorice su templo. (bis)
Puede dejar sordo a su feligrés
Hala! a imitar al párroco
del Taj Mahal
y cómprese un equipo digital.
Sonorice su templo
cambie su armonio
por un sintetizador,
despida al coro
y ponga un mellotrón
y ecualice su predicación.
Sonorice su templo.
Haga que su pagoda
se ponga por fin de última moda
si quiere que no se vaya
a la mezquita o se haga mormón.
Sonorice su templo.